15 de marzo de 2007

A una semana de la inauguración

Nos instalamos con la Francisca a conversar en el Starbuck que está en la misma cuadra de la galería La Sala, ayer miércoles 14 de marzo, una semana después de la inauguración de su exposición que veniamos de volver a visitar.

"Claro, uno se siente super expuesta en sus exposiciones", me decía la Francisca, pero ya lleva tanto tiempo que basta que llegue al evento mismo y se empieza a conectar con la gente y sus expresiones de afecto y aprecio y eso la pone bien y conectada con la situación.

Vio a la gente contenta y motivada con el cambio en su pintura. Reconoce a gente que la viene siguiendo en su proceso con la pintura y se sienten que van con ella, la acompañan en el proceso. Buena sintonía con el cambio, que además lo sienten sincero.

Me dice la Francisca que se siente segura con lo que está exponiendo y eso se basa en que ella misma considera buenos y de su gusto sus cuadros.
Se siente abierta al cambio permanente, producto de la experimentación, su apertura a ver el mundo en sus no tan frecuentes viajes, siendo mamá de tres pequeños de su actual matrimonio con el economista Tomás Izquierdo.

La gente en la exposición se mostró interesada por el nombre de "Despojada" que le dio. Al explicar que se trataba de su búsqueda de ir sacando aquellas cosas que le impidan llegar a su ser, siente que la gente encontró coherencia con lo que veían, aparte que siente que su trabajo está más maduro y lo siente más suyo.
Francisca siente que antes la vida la llevaba; ahora en cambio, siente que su vida tiene un hilo conductor.

Francisca dice que está satisfecha con los resultados hasta la fecha, con varias ventas y reservas de cuadros, que le hacen pensar que en lo económico la cosa estará bien. La verdad me dice es que en el periodo de las exposiciones deja de pintar y se dedica a estar cerca de sus cuadros para conectarse con su audiencia y oir de sus impresiones y efecto de los cuadros.